Que desagradable es formatear

Viví casi tres años feliz con una instalación de Xubuntu en mi humilde mini hp 2133, fue un dolor de cabeza configurar la tarjeta de red Broadcom, hubo que talachear con las X’s para lograrlo. Configurar flash fue bastante doloso pues por alguna mala razón había un paquete llamado gnash (la versión libre de Flash) que no dejaba funcionar la versión oficial y que sólo tampoco corría bien (NOTA: la versión libre de Flash no es mala por ser libre), además alsamixer también daba problemas de vez en cuando.

Después de la tormenta viene la calma: OpenOffice funcionaba bien, también Firefox que con el tiempo cambié por Chrome, LaTeX y Kile, NetBeans antes de cambiarme a Geany y Vim, Java, XAMPP y WordPress, Python y Django, Dropbox, OpenCV, VLC, Pidgin en su momento, GIMP, Evince, Conky, el reproductor de música MOC, etc.

Pero todo proceso tiene su punto cenit, llega a su auge y luego comienza a decaer, los problemas empezaban de nuevo cada que quería hacer algo nuevo como una videoconferencia o una video captura de la pantalla, y no es que Linux no presentara opciones, pero mi hardware es muy modesto. También empezaron a aparecer problemas con paquetes huérfanos, dependencias rotas entre otras cosas.

Fallé a varios intentos de formatear, o no me daba el tiempo o no quería perder los datos útiles e inútiles que tanto tiempo me tomó descargar, hasta hace como 2 ó 3 días cuando Gparted se encargó de hacerlo todo. Yo estaba seguro que instalaría una distro diferente a Ubuntu o uno de sus derivados, algo que sea más hard-core decía para mis adentros…

Entonces me dí cuenta que tenía que empezar de nuevo, ahora con más experiencia a cuestas, sabiendo que para /home y para /usr/local es ideal realizar una partición independiente. Decidí probar Linux Mint Debian con XFCE, que desde el principio no me gustó por ser demasiado cargado, por tener muchos programas preinstalados y sobre todo porque después de tres horas no logré configurar la tarjeta de red Broadcom además de que el doble click sobre el touchpad no funcionaba, no me preocupó tanto pues por ahora la mini laptop está en la banca.

Por ahora trabajaré más con la computadora de mi hermana que es más potente, decidí instalar Debian en esta, que para mi no es nuevo y tampoco desconocido (ya antes le había usado en la antigua computadora de escritorio de la casa) y además me gusta por su minimalismo, pero vaya, vaya, en lo que yo esperaba que fuera una instalación limpia y satisfactoria encontré los siguientes errores: un sonido feo de entrada y salida, no se instaló el network-manager ni el network-manager-applet, por lo tanto no había conexión a la red… la solución era sencilla: compilar, pero oh joder! no se podía montar un dispositivo usb y lo peor de todo es que no tenía el paquete gcc instalado, todo esto hubiese sido tolerable si el hardware de la computadora de mi hermana fuera modesto, pero la laptop es relativamente nueva

La solución desesperada pero funcional: Ubuntu (realmente instalé Xubuntu, es decir, Ubuntu con XFCE, la misma gata, pero revolcada). La distro que para muchos hard-core a manera de chiste no es Linux. En fin, realmente es una lata formatear, pero el post ha llegado a otro punto del que tengo que escribir para sentirme psicológicamente sano: Mis razones para usar Ubuntu en vez de Debian y otras distros hard-core. Hasta entonces.

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